Tardes con creatividad en la Casa de la Cultura de Santa María de Guía

El Campus de Verano de las Artes Luján Pérez, en su tercera edición, está consolidando una actividad de extrema importancia y que está generando efervescencia: los cursos de creatividad. En un contexto de armonía y de compartir experiencias culturales y artísticas, los participantes tuvieron cada día de la primera semana la oportunidad de conocer trabajos distintos en diversas áreas, desde los que versan sobre responsabilidad social y sustentabilidad hasta un panorama de la situación de las artes, la relación entre gastronomía y dibujo, etc. Todo relacionado con la temática Habitar el Territorio.

En unas charlas agradables e informales, seis conferenciantes presentaron propuestas y experiencias desarrolladas en el contexto local pero que son aplicadas a la esfera global, lo que nos hace ver el “glocal” como algo cada vez más cercano a nuestra realidad. Y quizás lo más rico de los cursos haya sido abrir nuevas puertas, es decir posibilidades de trabajos y proyectos, que fueron estimuladas a partir de esta redefinición del arte en el contexto contemporáneo

La presencia de los participantes fue masiva en todos los encuentros, lo que motivó aún más a la exposición de ideas y generó debate productivo, siempre repleto de preguntas y manifestaciones. Sin duda, lo diferencial se dio por la participación y la puesta en común de puntos de vistas dispares. Es importante destacar que el sitio elegido para los cursos de creatividad no podría haber sido mejor, la Casa de la Cultura, exponente de las artes de esta pequeña y receptiva ciudad.

En la tarde de lunes (21), el historiador de arte y comisario de exposiciones Federico Castro trató de la temática Creatividad, compromiso y cultura. Haciendo un recogido histórico y después deteniéndose en la estructura del Centro Atlántico de Arte Moderno (C.A.A.M.), Costa expuso un ejemplo práctico y real que motivó la participación de los presentes. En seguida, se discutió sobre el acceso de nuevos artistas a espacios de exposiciones, la estructura de los museos e iniciativas que promueven el arte en sus diversas expresiones.

El martes (22) le tocó a la pareja Carmelo León y João Sobral, con la conferencia: Creatividad y Ciencias Sociales. Abordando perspectivas distintas, los presentes tuvieron acceso a informaciones técnicas, en un discurso formal, a cargo de León, con lo cual se evidenció datos de la realidad canaria. En cambio, Sobral optó por la informalidad y el dinamismo, prefiriendo dejar como mensaje el hecho de que la posibilidad de crear está asociada directamente al contexto de donde se proviene.

El miércoles (23) fue el día reservado a Ramón Salas y la temática La tramoya del paisaje. Con un habla directa, el conferenciante resaltó que el contexto actual de intensos cambios hace que nosotros también nos redefinamos, ya que el propio contexto así lo estimula. En otras palabras, el paisaje cambia y a la vez las personas también dentro de una estructura política y social. Este mismo día, por la noche, tuvimos la presencia del cantautor Arístides Moreno, que no dejó a nadie indiferente. Por una hora, escuchamos anécdotas y nos divertimos con el humor inteligente de un “artista positivo”, como él prefiere que le conozcan.

Dentro del programa, el jueves (24) Fernando García-Dory trajo erudición al curso de creatividad: Creando entre lindes. Arte, entorno y sociedad en el medio rural. Como bien explicó el artista la aproximación del arte a la cuestión del paisaje ha sido históricamente desde una mirada “estetizante”, contemplativa. Según él, esa misma relación distante se comparte con el científico, en tanto que tienen las mismas pretensiones de observador ajeno al medio. Luego, García-Dory justifica que su trabajo parte de la necesidad de dejar de representar, para llegar a habitar el territorio. Por tanto, a transfórmalo.

El último día (25), Iván Merino echó salsita a la discusión, con un curso de creatividad sobre “Gastronomía creativa”. Siguiendo la orientación del director del Campus de Verano de las Artes Fernando Maseda, Merino habló de algo sencillo y común a la vida de todos, el arte de la comida asociado con representaciones creativas. Es decir, cómo la creatividad puede ser usada en un área poco empleada, la gastronomía, concluyendo con dos pensamientos interesantes que provocaron reflexiones: “Somos lo que comemos” y “La comida convida”.

Así la primera semana pasó volando y la segunda promete mucho, los trabajos serán ejecutados después de una amplia formación teórica.

Fotografias tomadas por Manel Santos